Recuerda que para tener un estilo de vida saludable es fundamental que sigas las siguientes pautas:
- Practica ejercicio físico: Además de ayudarte a llevar una vida más sana también te aporta otras cosas como el hacer amigos/ as. Incluir el ejercicio en tu vida diaria ayuda a tener un estilo de vida activo. Lo contrario de la práctica de actividad física sería el sedentarismo, esto sería realizar la mínima o ninguna actividad física lo que conlleva a problemas como la obesidad, riesgos de enfermedades de corazón o circulatorios, estrés, etc.
- La higiene personal. Por higiene no nos referimos sólo a la ducha después del ejercicio sino a muchas más cosas que harán que tu salud se fortalezca:
-Evitar lesiones: utiliza el calentamiento y los estiramientos correctamente y cuidado con los ejercicios mal realizados.
-Realizar el ejercicio físico con la indumentaria adecuada: ropa cómoda, zapatillas deportivas adecuadas y abrochadas.
-Cuidar tu aseo: especialmente después de la realización de ejercicio físico.
-No fumar: no tienes más personalidad por hacerlo, más bien al contrario, te has dejado comer el coco.
-Pasar del alcohol y otras drogas: hay alternativas y se puede pasar bien si ellas.
-Realizar ejercicio físico en el medio natural: La oxigenación es mucho mayor y el paisaje es mucho más interesante
-Cuidar tu postura corporal y los movimientos cotidianos: Fíjate en la postura que adoptas en clase, al llevar la mochila. A veces una lesión aparece por estos motivos. El hecho de no tener hábitos higiénicos puede conllevar numerosos problemas como la obesidad, las enfermedades cardiovasculares, el cáncer, la depresión y otros problemas psicológicos. - La nutrición. Para llevar a cabo una dieta sana y equilibrada:
-Hay que comer lo que se gasta: Esto vale tanto para una persona deportista como para otra que no se mueve del sillón.
-Hay que comer “de todo” : Las cantidades necesarias de todos los nutrientes.
Las principales características de una alimentación equilibrada son las siguientes:
-Abundancia de alimentos de origen vegetal: frutas, verduras, pan, pasta, arroz, cereales, legumbres y patatas
-Consumir alimentos de temporada en su estado natural, escogiendo siempre los más frescos.
-Utilizar el aceite de oliva como grasa principal, tanto para freir como para aliñar
-Consumir diariamente una cantidad moderada de queso y yogur
-Consumir semanalmente una cantidad moderada de pescado, preferentemente azul, aves y huevos
-Consumir frutos secos, miel y aceitunas con moderación
-La carne roja puede comerse algunas veces al mes.